sábado, 4 de enero de 2014

DIA 4. EL GRILLO...


Un grillo me comentaba anoche como iba a ser el día de hoy. Mi perplejidad al oirlo fuera de tiempo, muy fuera de tiempo, fue tanta que pensé que andaba grillando por mi cabeza (algo que me pasa de vez en cuando). Comprobé que efectivamente no se hallaba en mi; estaba escondido tras alguna planta.
Hoy, en el mercadillo semanal, me he dado cuenta de que el grillo me estaba avisando de que no sería un día normal. Una víspera de la noche de Reyes con 22º no es algo normal, ni tan siquiera por estos lares. 
Como si otros grillos tuviesen  anoche la misma misión y hubiesen avisado a los "mercaderes", gentes con experiencia de decenios, el mercado ha amanecido huérfano de muchos de sus puestos. Estas gentes saben mucho. De hecho deberían escucharles algunos ministros (todos). 
Esta noche buscaré al grillo avisador y trataré de convencerlo para que sea mi "Pepito Grillo". Muchos deberían hacer lo mismo aunque creo que con tan solo un grillo de la conciencia no tendrían suficiente porque, o la han perdido o, lo que es peor, nunca la han tenido.
Ah, atendiendo a mis infantiles cabañuelas, nos espera un largo y cálido verano. Y la luz por las nubes (las eléctricas están a la última en esto de la nube)
Buscad vuestro grillo. 

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