martes, 13 de diciembre de 2011

El placer de caminar

Desde que iba a 5º ó 6º de bachiller al instituto, el actual colegio publico Mediterráneo, que por entonces estaba "lejísimos" de mi casa en la calle Carlos III, creo que no había vuelto ha andar tanto. Mejor dicho tanto, tantos días. Por entonces, "heredé" de mi hermana un Vespino, el Vespino que después recuperó para él, tras años de abandono, mi padre. Dicha circunstancia sirvió para que yo le cogiera el gusto a la libertad que te proporcionaba poseer un vehículo, que, dicho sea, casi nadie tenía algo similar. A lo sumo alguno contaba con una bicicleta de las de barra en medio y sin marchas.
Sin darme cuenta me fui, nos fuimos, todos los de mi generación y posteriores, alejando de la sana costumbre de ir a los sitios andando. Ese fue el principio de los acomodamientos de la "vida moderna".
Recuerdo ir a un Polideportivo recién estrenado y casi único en la región, atravesando, a pie por supuesto,los terrenos que después ocupó el hoy abandonado almacén de Pascual Hermanos. En pleno verano subíamos desde casi la Glorieta, cruzábamos la vía y los susodichos terrenos labrados y llegábamos al Poli y sin haber pedido pista, nos pasábamos dos, tres y hasta cuatro horas jugando a balonmano, tenis o baloncesto (por entonces no había comenzado la pasión por el "furbito"). Después de una ducha con esa maravillosa agua de Tébar, que por entonces salía por todos los grifos de aquellas instalaciones, hacíamos el camino a la inversa hacia nuestras casas y llegábamos cinco o seis horas desde nuestra partida sin apenas sensación de cansancio.
Recuerdo también, ir el domingo de monas a la rambla de Las Culebras, la que discurre junto al centro comercial del Hornillo, cargados con mochilas llenas de bocadillos, hornazos y bebida, y algún balón, para después de un rato de comer y jugar, regresar a casa de cada uno. Y todo esto, claro, a pie y por triplicado, pues se repetía al día siguiente y al otro.
Recuerdo que no hace mucho tiempo, alguien del pueblo, me preguntó la dirección de un comercio. Al indicarle el lugar, comentó: "Uff, está lejos para ir andando. Ya iré en otro momento". Si mis cálculos no fallan, no creo que llegue a estar a mas de 5 minutos a pie.
Durante estos días y, digamoslo así, forzado por las circunstancias, me he visto obligado a caminar. No es que haya hecho muchos kilómetros, pero si los suficientes para saborear el placer de hacerlo, de ver lo que pasa a mi alrededor sin la velocidad de un vehículo y con la atención que si dispone el ocupante de uno. Pero sobre todo a la velocidad de la vida y no de la luz. Creo que esto de andar me lo voy a quedar para mi. Voy a hacer todo lo posible para no olvidarme de hacerlo y sacarle mas jugo a la vida simplemente caminando, caminando a la velocidad de la vida.

viernes, 9 de septiembre de 2011

ODIADA Y AÑORADA RUTINA. (a Andres)

Duele lo cotidiano porque ya no tiene la misma cotidianidad. Duele la rutina, antes odiada, hoy añorada, porque ya no es la misma rutina; en algunas cosas, en muchas, parte de cero o simplemente ya no existe o es otra parecida pero no igual. Nos acomodamos a esa cotidiana rutina, tal vez, porque nos sentimos protegidos como si esta fuese nuestra guarida, ignorando que esa protección que sentimos nos dolerá mas cuando se interrumpa y cambie de golpe esa repetición de costumbres en las que nos sentimos a salvo. Lo ideal seria no repetirnos en los hábitos de nuestra vida pero ya se sabe que, desde siempre, el hombre es un animal de costumbres.

sábado, 6 de agosto de 2011

Patchwork - Patchword

Cuando comencé a hacer este blog, que como siempre que empiezo alguna cosa, lo hice con mucho ímpetu, para  poco después ir dejándolo medio olvidado, jamas pensé que pudiera tener cierto éxito, aunque efimero. La ocurrencia de darme de alta en el Twitter (se habla tanto de él) y enviar un enlace con un consejo(como decimos en mi pueblo, ¡valgame!) a un famoso, admirado e idolo mio, y la posterior respuesta suya agradeciéndomelo, hizo que este humilde blog tuviera una inesperada invasión de visitas, de ninguna o casi ninguna en un par de años, a unas quinientas en veinticuatro horas. Se que no es mucho comparado con esos blogs  macrovisitados, vaya palabro, pero que queréis que os diga, como diría un personaje "real", "me llena de orgullo y satisfacción...". 
Este blog lo comencé para llenar unos vacíos que con el tiempo te van quedando en el alma. Vacíos que se van llenando de tristeza. Y yo los intento rellenar con otro tipo de emociones como amor, cariño, alegría,..y por que no, también de nostalgia, que será por masoquismo tal vez, pero me agrada. Voy cogiendo cosas que me gustan, de aquí y de allá, aunque también de mi cabeza. Cosas que me inspiran según mis sentimientos del momento. De ahí el subtitulo del blog, Pachtword, una licencia lingüística del ingles que creo que no es muy "ortodoxa" que digamos. Al igual que el Patchwork, ese trabajo con retales de tela, con el que hacen verdaderas maravillas, yo intento hacer  no maravillas, por dios, sino "parchear" esos vacíos del alma.
Me gustaría que a alguno de esos visitantes que he tenido por sorpresa y sin premeditación, le haya servido de algo, espero que no sea solo perder el tiempo. No pretendo escribir bien, o si ¿porque no?, pero si que me he dado cuenta de que me gusta hacerlo. Espero que sea por mucho tiempo. Y espero contar con vuestra visita ;)
Y en los malos momentos, en los buenos también, no olvideis el cuento del Anillo, "Esto también pasará" . Os ayudará.

viernes, 8 de julio de 2011

Todo es segun el color del cristal con que se mire

O al menos eso es lo que se dice siempre, aunque ese cristal ya no es lo que era. La verdad es que desde hace un tiempo, los dispositivos moviles, iPhone's, Blackberry's y cualquier tipo de smartphone (telefono con camara que permite navegar por internet y echar una partidita a algun juego de cierta calidad, o un miniordenador que permite hacer llamadas o una camara que.....) y las aplicaciones, o app's abreviadamente, que cada dia aparecen para ellos, en este caso dedicadas a la fotografia, permiten distorsionar esos "colores" de la vida cotidiana reflejados en un trozo de papel, hoy en dia, electronico. Lo que antes costaba mas tiempo y dinero, pues se hacia en un laboratorio, algunos tan humildes como un cuarto de baño, con diferentes cubetas, tipos de papel,  productos quimicos y paciencia y mucho despues, con la llegada del ordenador y los programas de retoque fotografico como el famosisimo Photoshop (casi tan usado por los famosos como la silicona), ahora en un pispas haces la foto, la editas,recortas,cambias brillo y saturacion, tonalidad, marco, le añades efectos varios y ademas lo subes a una o varias de las"redes sociales" que existen. Me hace gracia lo de "red social". Creo que estas, mas que unir, disocian, distancian, desunen. Se ha dado el caso de gente que "chatea" distendidamente de lo divino y de lo humano, e incluso quedan para salir a tomar algo "un dia de estos" (¡mentira!) con un vecino con el que acaba de compartir ascensor durante varios pisos y que apenas habian hablado del tiempo, el siempre recurrido tiempo.
Volviendo a los colores,hoy en dia ya no nos podemos fiar ni del color de nuestros "cristales". Aunque sin saberlo, sin querer o simplemente, sin querer saberlo, estamos tan influenciados por tal cantidad de reflejos de colores de la multitud de "cristales" que nos rodean y bombardean con sus imágenes y opiniones, que casi no tenemos opinión propia y la de algunas personas cambia tanto como de canal de tdt lo hacen sus dedos. Tal vez este seria un buen momento para cerrar ojos y oidos, inspirar profundamente y ver, simplemente, a través de nuestra mente. Seguramente "veriamos" todo mas claro y coincidiríamos en la mayoria de las cosas con el resto de la gente.


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martes, 5 de julio de 2011

Esclavos

La esclavitud se abolió entre mediados y finales del siglo XIX. Al menos sobre el papel y en el mundo "occidental". O eso es lo que creemos (mas bien nos lo han hecho creer).
Lo cierto es que el poder económico hizo un descubrimiento que le ayudo a lavar su imagen y, también, ganar mas dinero. Dejo de maltratar,fustigar y vejar a los esclavos de su propiedad para maltratar, fustigar y vejar a los trabajadores, que si bien ya no eran sus esclavos, estos si lo eran de su trabajo. El "amo" ya no tiene que preocuparse de la salud de su "propiedad"; si el trabajador de hoy se lesiona, enferma y/o muere, ya vendra otro en su lugar ( para eso estan las mutuas ) y no tendra que comprar otro en el mercado de esclavos. Tambien se ahorra de darles de comer, pues aunque no eran delicatessen lo que les daban, si debian procurar que estuviesen fuertes para hacer su penoso trabajo en las plantaciones y demas lugares. Hoy en dia te preparas la comida la noche antes o vas como un loco a casa para aprovechar la hora que te "dan"para comer un plato caliente. Si ahora no puedes subir una caja a lo mas alto de un palet, si no estas lo suficientemente fuerte para aguantar una deliciosa sauna-invernadero, si te duelen las piernas, pies, brazos, etc, por estar ¿ocho? horas trabajando en la hosteleria o en algo similar, te "buscas" un trabajo mas comodo.
Podria seguir argumentando que la esclavitud no ha acabado, sino que tan solo la han mutado y que nos han hecho creer que somos libres; ni tan siquiera los autonomos, que tienen la paradoja de ser esclavos y capataces al mismo tiempo. Cada uno podeis anadir algo de vuestra experiencia que aumente la credibilidad de mi teoria.
Tan solo anadir una cosa: nos han hecho creer, como dice muy bien el video Españistan, que vivimos en el mundo de las gominolas, donde la proporcion de teles por persona es de al menos 1:1 (en la mia es de 2:1) y de vehiculos por familia es de 2:3. Las empresas ( siempre refiriendome a las grandes), no contentas con esclavizar mediante el trabajo, nos crean "necesidades" artificiales para hacernos mas esclavos aun: de la tecnologia ( teles planas con 3D, ordenadores portatiles con mas potencia que la que llevaba el Apollo XI en su conquista de la Luna, telefonos moviles con todo-en-uno(¿Alguien recuerda cuando salia a la calle en busca de sus amigos y lo hacia sin mensajes del tipo "kdms n l glrt a 2"?), de la moda,etc. Incluso de la alimentacion, con sus campanas de lights y otros productos saludables, que, sinceramente, dudo que sirvan de algo.
Ademas, todas estas modas, tienen una vida muy corta, cosa lógica, pues tienen que exprimirnos hasta el ultimo céntimo que hemos sudado para conseguirlo. Y nosotros, tan contentos, nos lo gastamos. Tan solo hay que ver los parques comerciales como se ponen.
No voy a decir que envidio la vida que tuvo Kunta Kinte, famoso esclavo real, pero deberíamos aprovechar una ventaja que tenemos sobre el y sus compañeros de fatigas, el poder decir NO. Tal vez seriamos mas pobres(¿mas?) pero quizás así si seriamos realmente libres.

martes, 26 de abril de 2011

RECUPERANDO LO ABANDONADO

Con la esperanza de sacar del abandono total al que tengo sometido a mi querido blog, me he propuesto escribir, lo intentaré, al menos una entrada cada semana.

Siempre he pensado que de lo mas insignificante, una peli mala por ejemplo, podemos sacar "cosas" que nos hagan pensar. 
Este domingo vi "Código abierto". No pienso que se vuelva película de culto, pero no esta mal y además entretiene. 
Y ahora lo que une el principio de esta entrada con la película. Hay una escena, repetida en otras películas, que hizo hacerme una pregunta, en realidad repetírmela, pues ya me la había planteado otras veces: 
¿Somos como creemos que somos o como creen los demás que somos? A veces por pocos matices y otras veces por valoraciones totalmente opuestas, nunca coincide nuestro "yo" con el que ven los otros. Tal vez porque la perspectiva no es la misma; nosotros nos vemos desde el interior mientras que el resto del mundo lo hace desde distintos puntos del exterior. Quizá por esto difieran en algo sus opiniones sobre nosotros, pero nunca tanto como con la nuestra propia. 
En mi opinión, ni somos lo que creemos ni lo que creen los demás de nosotros, sino una mezcla de todo ello y con muchos espacios en blanco por rellenar. 

jueves, 17 de febrero de 2011

Quisiera ser...


Quisiera ser como Peter Pan, pero el Peter del principio del cuento, porque despues, Wendy, sin querer, le arañó el alma; eso si, levemente. Lastimar a Peter es casi imposible. Muy pocos tienen ese "poder".
No me gustan las responsabilidades, pero la vida se empeña en "otorgarte" unas cuantas. Algunos tienen suerte y solo le caen encima unas pocas. Otros, no diré que soy uno de ellos, se cargan de ellas. También ocurre que el tiempo y las circusntancias te van añadiendo mas y mas de esas responsabilidades o cargos de conciencia o como se les quiera llamar, a pesar de que uno se empeñe en que no sea así. El ir ocupando puestos de cabeza en la linea sucesoria de tu "dinastia" tambien ayuda a sumar mas de esos "cargos" (y sin remunerar). Por eso quiero ser como el Peter Pan del inicio del cuento, o como Bert "el deshollinador", amigo de Mary Poppins, que no duda en sumergirse en uno de esos maravillosos cuadros que pinta en el suelo del parque, para disfrutar de un precioso mundo hecho de tizas de colores. Pero la vida es así y hay que aceptarla. O no.