
En esta fotografia, para mi, melancolica como ella sola, la melancolia me la produce la tristeza de su recuerdo mezclada con la alegria que reflejan en sus rostros esa pareja tan guapa que hacian mis padres.
Cuando se hicieron la fotografia, su cara irradiaba felicidad. Despues cuando se la entregara el fotografo y la sacaran de su sobre, de nuevo les afloraria ese sentimiento , si cabe aun mas, de alegria al recordar el momento. Con el tiempo, al igual que la foto va tomando ese color a, como digo yo, "Cuentame", esa alegria inicial va tomando muy lentamente un cierto aire melancolico, al mismo ritmo que las canas van ganando la partida a los otros cabellos y que las arrugas vencen en cada vez mas batallas a la tersa piel; hasta que, al final, quienes quedan, recuerdan con mas tristeza que alegria ese momento tan especial. Melancolía, . . . esa triste alegria.